El sábado 1 de marzo se celebraba en la localidad asturiana de Cangas de Onís la undécima edición de la Kangas Mountain. En esta edición se batían todos los récords de participación siendo más de 2500 participantes, repartidos en todas sus distancias. Además, se reunían un gran elenco de atletas élite para ofrecernos un gran espectáculo.
Yo participaba en la distancia original en la que había que recorrer una distancia de 33 km y 2000 metros de desnivel positivo. Aunque en las previsiones del tiempo parecía que nos respetaría la lluvia, la mañana amanecía muy asturiana y la lluvia iba haciendo pequeñas apariciones.
La distancia original empezó a las 9 de la mañana. Contaba con un primer bucle de 11km con 700+ con subidas y bajadas muy verticales y como no podía ser de otra manera con terreno embarrado, pero con unos paisajes espectaculares a los pies de Picos de Europa. Después, se vuelve a pasar por el mítico puente romano para ya encauzar los 22 kilómetros restantes. Los que conocen bien esta carrera siempre comentan que aquí empieza de verdad la carrera. En esta parte, el barro se hacía aún más compañero de viaje que en la primera parte, pero aún con su dureza la hizo muy divertida.
Yo ya conocía esta carrera y en mi cabeza rondaba el objetivo de las 4 horas. Salí a muy buen ritmo y me fui encontrando muy bien. Las horas pasaban y el cuerpo respondía. Pero en los últimos km la lucha con el barro creo que me castigó en exceso las piernas y la historia cambió. Me tocó remar hasta meta con bastantes amagos de calambre, menos mal que ya quedaba muy poco y aunque no conseguí llegar en menos de 4 horas llegué con una sonrisa a meta por todo lo vivido, sufrido pero sobre todo disfrutado. Ha sido mi tercera Kangas Mountain y espero volver. Mi tiempo fue de 4:08 entrando en la posición 240 de la General.
Filippedes, más que un club.
Por Iván Olit